¿Qué es la licencia de apertura?
Una licencia de apertura es un documento que confirma que el espacio está activado y preparado para la actividad que desea realizar. Este es un permiso que está regulado a nivel de la ciudad y es responsabilidad del propietario de la instalación, dependiendo de la actividad que desee realizar, las condiciones para obtener un permiso variarán.
Antes de adquirir un local, infórmate de la normativa vigente y los requisitos que debes cumplir para poder abrir o funcionar, que puedes consultar en la misma web del ayuntamiento de tu calle. Una vez notificado, podrás decidir si es mejor comprar una propiedad desde cero y renovarla por completo o, en su defecto, traspasar el local activado.
Dos tipos de licencia de apertura
De igual forma, los permisos de gran apertura se clasifican por la actividad a realizar. Estas pueden ser actividades inocuas, lo que significa que no crean inconvenientes significativos; o actividades calificables, es decir, se consideran molestas o nocivas. En este último apartado se clasifican los establecimientos que prestan servicios de alimentación o actividades industriales.
Según la clasificación de actividades a realizar, se necesitarán más o menos trámites. Por ejemplo, actividades que se consideran inofensivas, de mínimo impacto, tienen trámites de legalización más sencillos. De hecho, proporcionar un informe técnico suele ser suficiente.
Por el contrario, las operaciones calificadas requieren un proyecto más técnico para que el personal de la ciudad considere los riesgos asociados con el negocio, así como su impacto en la sociedad. Dicho proyecto de ingeniería, que será elaborado por arquitectos o ingenieros, incluirá también planos de la instalación, información sobre las reformas a realizar, así como una justificación referida al cumplimiento de todas las normas relativas a las actividades realizadas.
Diferencias entre licencias de apertura y de actividad
Si estás por iniciar un negocio, debes conocer a profundidad los procedimientos que se deben seguir para iniciar un negocio. Uno de los primeros permisos que debemos obtener para realizar nuestro trabajo es la licencia de actividad Sevilla. Aunque los dos conceptos se usan a menudo al mismo tiempo, son derechos diferentes, por lo que es importante entender la diferencia entre ellos.
¿En qué se diferencia la licencia de actividad y la licencia de apertura?
Estas dos licencias son consecutivas, ya que se ejecutan una tras otra. Una vez que conseguimos uno de ellos, tenemos que pedir el otro después.
Por un lado, la licencia de funcionamiento es la que necesitas para realizar tu trabajo. Los requisitos para la obtención de esta licencia dependerá de la naturaleza de la actividad que se desarrolle. Depende de determinados factores como el tipo de operación que se realiza, la superficie de la instalación o la potencia de la maquinaria.
Para obtener este permiso es necesario presentar un proyecto de funcionamiento y de obra, que acredite que la instalación es apta y que cumple con todas las normas para poder desarrollar la actividad propuesta.
La licencia apertura, por otro lado, certifica que se cumplen todas las condiciones necesarias para comenzar a operar en el sitio. Para cumplir con la solicitud, abra la solicitud con todos los documentos necesarios, las enmiendas y el trabajo realizado. El ayuntamiento es entonces el encargado de tramitar el permiso y comunicarte que puedes realizar la actividad en esa instalación.
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