Campas de coches en invernaderos: la nueva inversión junto al aeropuerto Alicante-Elche
En las últimas décadas, la pedanía ilicitana de Torrellano ha sido testigo de transformaciones profundas. Lo que antes era un territorio dominado por la agricultura, con hileras de lechugas, almendros y granados, ahora se ha convertido en un escenario dominado por el negocio de campas de coches en invernaderos. Este fenómeno, que ha despertado la alarma de asociaciones vecinales y expertos en urbanismo, refleja un cambio radical en la manera de entender el aprovechamiento del suelo, donde la rentabilidad inmediata prima sobre la regulación y la seguridad.
El auge de las campas ilegales: un fenómeno que preocupa
La Asociación de Vecinos Vial Aeropuerto Elche alerta de que ya existen más de un centenar de parcelas agrícolas reconvertidas en aparcamientos sin la debida licencia de actividad, un hecho que genera riesgos legales y económicos considerables. La ausencia de permisos no solo expone a los propietarios a sanciones, sino que también compromete la seguridad y la sostenibilidad del territorio.
En Torrellano, el sonido característico de la huerta —agua corriendo por acequias y el traqueteo de los tractores— ha sido reemplazado por motores de camiones que descargan vehículos de alquiler. La transformación es palpable: invernaderos que antes albergaban plantas ahora almacenan cientos de coches bajo techos metálicos y vallas improvisadas. Esta cambiante utilización del suelo evidencia la necesidad crítica de cumplir con las licencias de actividad, declaraciones responsables y licencias de apertura y obras para cualquier emprendimiento moderno.
Impacto ambiental y patrimonial
La reconversión de invernaderos y parcelas agrícolas en campas de coches no solo altera la imagen paisajística, sino que también provoca graves impactos medioambientales. La compactación del suelo, la pérdida de biodiversidad y la alteración del ciclo hídrico son solo algunos de los problemas derivados. Además, los sistemas de riego tradicionales se ven comprometidos, afectando a los agricultores que aún intentan mantener su actividad.
En este contexto, la protección frente a incendios se vuelve indispensable. Las instalaciones improvisadas carecen de medidas básicas, por lo que resulta crucial contar con equipos adecuados para prevenir riesgos. Para garantizar la seguridad, es recomendable comprar extintor profesional y homologado, adaptado a las necesidades de estos espacios.
La economía del invernadero reconvertido
El atractivo económico de las campas ilegales es evidente. Las empresas de alquiler de coches encuentran en estas parcelas un espacio asequible para almacenar flotas enteras, evitando tarifas de aparcamientos oficiales o polígonos industriales. Según cálculos vecinales, algunas instalaciones albergan hasta un millar de vehículos, generando ingresos muy superiores a los que reportaría cualquier cultivo tradicional.
Este negocio, aparentemente inofensivo, esconde riesgos legales significativos. La ausencia de permisos y licencias de actividad implica que cualquier incidente —desde un accidente hasta un incendio— podría acarrear responsabilidades graves. Por ello, lo más recomendable es saber donde comprar un extintor de calidad y asegurarse de que todas las medidas de seguridad estén implementadas antes de iniciar cualquier operación.
Riesgos legales: licencias y declaraciones responsables
La expansión de las campas de coches en terrenos rústicos pone de relieve la importancia de cumplir con la normativa vigente. Cualquier actividad económica requiere, como mínimo, la obtención de la licencia de actividad, licencias de apertura y obras, y declaraciones responsables. La ausencia de estos permisos puede conllevar sanciones considerables y hasta la paralización del negocio.
El Ayuntamiento de Elche reconoce la falta de regulación histórica, lo que ha permitido que estas empresas operen con total impunidad. Sin embargo, para los emprendedores locales que desean iniciar un proyecto legítimo, el cumplimiento de las licencias es ineludible. Ignorar estos trámites puede derivar en una multa por no tener licencia de actividad, con consecuencias económicas y legales de gran alcance.
Seguridad vial y riesgos para la comunidad
El impacto no se limita al terreno agrícola. Las campas se concentran a lo largo de la carretera de Torrellano, con velocidad permitida de hasta 90 km/h en algunos tramos. La descarga de vehículos desde camiones en márgenes de la vía representa un riesgo constante para conductores y peatones. Además, el tráfico de taxis que transportan turistas desorientados aumenta la peligrosidad.
El incumplimiento de las normas de seguridad en estas áreas hace que contar con medidas preventivas, como extintores homologados y señalización adecuada, sea una obligación, no una opción. Esta combinación de factores convierte a las campas improvisadas en un desafío para la seguridad pública y la gestión urbana.
Transformaciones rápidas y amenazas al patrimonio agrícola
El proceso de reconversión es veloz: primero se eliminan los cultivos, luego se allana el terreno, se instalan vallas y puertas metálicas, y finalmente se coloca un contenedor que funciona como oficina temporal. En cuestión de días, un terreno agrícola se transforma en un aparcamiento a gran escala. Este modelo de negocio pone en riesgo el patrimonio agrícola de Torrellano, que durante décadas fue un ejemplo de agricultura intensiva y sostenibilidad social.
Responsabilidad empresarial y cumplimiento normativo
La falta de licencias y el aprovechamiento de suelo rústico sin control ejemplifica la necesidad de una regulación estricta. Cualquier empresario que pretenda abrir un negocio debe cumplir con las licencias de actividad, apertura y obras, así como con las declaraciones responsables correspondientes. Solo así se garantiza la seguridad, la legalidad y la sostenibilidad del proyecto.
Impacto social y futuro de la pedanía
El crecimiento descontrolado de campas ilegales también afecta a la comunidad local. La desaparición de cultivos y la alteración del paisaje influyen en la calidad de vida y en la identidad agrícola de Torrellano. Para los vecinos, estas transformaciones representan una amenaza directa al patrimonio y al medio ambiente, así como a la seguridad vial y laboral.
Llamado a la acción y soluciones
Frente a esta situación, se hace imprescindible un control riguroso y la aplicación de sanciones a quienes operan sin licencias. La restauración de suelos, la implementación de medidas de seguridad como extintores homologados y la planificación urbana responsable son esenciales para equilibrar desarrollo económico y protección del territorio.
El ejemplo de Torrellano demuestra que la ausencia de regulación y de licencias puede transformar rápidamente un área agrícola en un negocio lucrativo pero ilegal, con impactos negativos sobre el medio ambiente y la comunidad. Solo la combinación de cumplimiento normativo, responsabilidad empresarial y medidas de seguridad puede asegurar un desarrollo sostenible.
Así que, las campas de coches en invernaderos junto al aeropuerto Alicante-Elche representan una oportunidad de inversión, sí, pero también un recordatorio de que el respeto por las licencias de actividad, declaraciones responsables y permisos de apertura y obras no es negociable. La prosperidad del negocio debe ir de la mano de la legalidad y la seguridad.