Urbanismo ordena el cierre de un garaje histórico de 98 plazas en Los Almendros

Urbanismo ordena el cierre de un garaje histórico de 98 plazas en Los Almendros: un ejemplo de la importancia de la protección contra incendios

En un giro inesperado de la siempre intrincada historia urbanística de Segovia, el pasado viernes las autoridades municipales colocaron un cartel en los accesos al garaje situado en los números 1 y 3 de la calle Los Almendros. La advertencia no dejaba lugar a dudas: todos los propietarios y arrendatarios deberán desalojar el garaje de 98 plazas a partir del 20 de octubre. La decisión del Ayuntamiento de Segovia responde a irregularidades detectadas en el funcionamiento y la seguridad del equipamiento.

Este garaje, un sótano y semisótano abierto en 1989, ha servido durante 35 años como espacio de aparcamiento, siendo adquirido y utilizado con normalidad por numerosos vecinos. Sin embargo, la ampliación de plazas realizada en 1991 carecía de la licencia correspondiente, un error administrativo que se ha acumulado con otras intervenciones no autorizadas realizadas por la empresa de la concejala Rosalía Serrano y otra entidad independiente.

Licencias de actividad y la relevancia de cumplir la normativa

El caso de Los Almendros pone de relieve la necesidad de que todas las instalaciones, garajes, trasteros y locales comerciales cuenten con la licencia de actividad correspondiente. Esta obligación no solo tiene implicaciones legales, sino que también es un factor crucial en la seguridad de los usuarios. La ausencia de licencias puede derivar en riesgos de incendios, acumulación de gases nocivos y fallos estructurales que ponen en peligro a personas y bienes.

En este contexto, contar con medidas de protección contra incendios es imprescindible. La instalación de extintores no es un mero requisito formal: es una salvaguarda vital que permite reaccionar de inmediato ante un conato de incendio. Para aquellos que aún no disponen de equipamiento básico de seguridad, recomendamos encarecidamente comprar extintor de cada tipo y garantizar la protección de su propiedad y de los ocupantes.

El proceso administrativo y la inspección del garaje

La irregularidad del garaje se descubrió durante la tramitación “a posteriori” de la licencia de obras para los trasteros vinculados a la concejala. Una inspección realizada por policías locales y técnicos municipales evidenció que el garaje estaba dividido en tres zonas (A, B y C), de las cuales solo la zona A contaba con la licencia original de 1989. Esta zona comprende 67 de las 98 plazas, que aunque legalmente protegidas, también se verán afectadas por la orden de cierre mientras se regulariza toda la instalación.

El decreto de alcaldía que ordena el cierre hace especial énfasis en los riesgos que supone el uso de un garaje sin licencia: posibles incendios, atrapamientos, caídas, acumulación de gases nocivos y falta de iluminación. Estas advertencias subrayan la importancia de la normativa de seguridad y la necesidad de contar con sistemas de extinción de incendios, como el extintor ABC, adecuados para entornos con vehículos y almacenamiento de materiales combustibles.

La repercusión económica y legal del cierre

Los propietarios afectados se encontraron de repente con la noticia de que habían comprado plazas que en realidad formaban parte de un almacén no regulado. Esta situación ha generado un apresurado encargo de proyectos de reforma y adaptación de la instalación para cumplir con la normativa municipal, con el objetivo de obtener la licencia de garaje y continuar operando sin riesgo legal ni estructural.

El incumplimiento de la normativa de actividad puede acarrear graves consecuencias legales, incluyendo multas que en algunos casos alcanzan cifras considerables. Para comprender el alcance de estas sanciones, es recomendable consultar ejemplos reales de multa por no tener licencia de actividad, que evidencian la importancia de contar con toda la documentación y medidas de seguridad necesarias.

La importancia de la seguridad contra incendios en garajes y locales

Los garajes históricos, como el de Los Almendros, son especialmente vulnerables a incendios debido a su antigüedad y a la posible obsolescencia de sus instalaciones eléctricas y sistemas de ventilación. La normativa vigente exige la presencia de sistemas de detección y extinción de incendios, así como la correcta señalización de las rutas de evacuación.

Contar con extintores homologados y revisados periódicamente no es solo un requisito legal, sino una medida de protección esencial. La falta de estos elementos incrementa exponencialmente los riesgos de catástrofes, que podrían afectar no solo a los vehículos sino también a los vecinos y al propio inmueble.

Licencias de obras, actividad y apertura: claves para evitar sanciones

Este caso evidencia que la combinación de licencias de actividad, declaraciones responsables y licencias de obras constituye la columna vertebral de la seguridad y la legalidad en instalaciones urbanas. Cada una de estas licencias tiene su función específica:

  • Licencia de actividad: autoriza el uso de un espacio para una función determinada, garantizando que cumple con la normativa de seguridad y accesibilidad.
  • Declaración responsable: permite al propietario declarar que cumple con todos los requisitos legales, reduciendo tiempos administrativos, pero sin eximir de inspecciones posteriores.
  • Licencia de apertura: asegura que un establecimiento o garaje está listo para su uso público y que cumple con la normativa vigente.
  • Licencia de obras: regula la ejecución de reformas o ampliaciones para evitar construcciones ilegales y riesgos estructurales.

En el caso de Los Almendros, la ausencia de estas licencias ha derivado en un riesgo evidente para la seguridad, reforzando la necesidad de una planificación y control exhaustivos. Los extintores, alarmas y señalizaciones se convierten así en elementos imprescindibles para cualquier garaje o local.

Cómo regularizar un garaje histórico sin comprometer la seguridad

Para propietarios y empresas que gestionan garajes históricos, la estrategia adecuada consiste en:

  1. Revisar exhaustivamente toda la documentación de licencias de actividad, apertura y obras.
  2. Realizar una inspección técnica de la instalación para identificar riesgos de incendios, acumulación de gases y fallos estructurales.
  3. Instalar y mantener sistemas de protección contra incendios, incluyendo extintores, rociadores automáticos y señalización de emergencia.
  4. Solicitar la regularización ante el Ayuntamiento mediante proyectos de obra y tramitación de licencias correspondientes.
  5. Garantizar la formación del personal y vecinos sobre el uso de extintores y medidas de evacuación.

Seguir estos pasos no solo evita sanciones económicas y legales, sino que protege vidas y patrimonio, convirtiéndose en un ejemplo de cómo urbanismo y seguridad deben ir de la mano.

El cierre del garaje de 98 plazas en Los Almendros es un recordatorio contundente de que la protección contra incendios y la correcta tramitación de licencias son elementos inseparables de la seguridad urbana. Contar con licencias de actividad, declaraciones responsables, licencias de apertura y obras adecuadas no es un mero requisito administrativo, sino la garantía de que instalaciones históricas puedan seguir operando de manera segura y legal.

Los propietarios deben entender que la prevención es la mejor herramienta: extintores, señalización, planes de evacuación y cumplimiento normativo forman un escudo protector frente a riesgos que podrían derivar en tragedias. Este caso nos enseña que la legalidad y la seguridad nunca deben ir por separado, y que la inversión en protección contra incendios es tan vital como la propia licencia que habilita el funcionamiento de un garaje.