5 señales de que tu licencia de actividad puede estar mal redactada (y cómo solucionarlo)

¿Por qué importa la redacción de tu licencia de actividad?

Muchos piensan que la licencia de actividad es solo un papel más para abrir su negocio, pero no es así. Su redacción define tu seguridad legal, tu operativa diaria y tu tranquilidad ante cualquier inspección. Una coma mal puesta, un cálculo erróneo o una descripción ambigua pueden convertirse en un dolor de cabeza o, peor, en multas y cierres. Aquí te voy a contar cinco señales claras de que tu licencia puede estar mal redactada y cómo puedes solucionarlo antes de que sea tarde.


El silencio administrativo no siempre juega a tu favor

Es común escuchar: “si no contestan en un mes, ya está aprobada”. Error frecuente. El silencio administrativo puede funcionar en positivo o negativo, según el tipo de actividad y el ayuntamiento. Si tu licencia menciona silencio administrativo positivo sin el sustento legal correcto, podrías encontrarte con una notificación de paralización de actividad. ¿Qué hacer? Verifica que tu técnico haya citado los artículos adecuados de la normativa autonómica o local, ya que no todos los municipios aplican la misma interpretación. Consultar a un experto en licencias y urbanismo te evitará sustos graves.


Falta de coherencia con la licencia apertura

Otro fallo frecuente es que la licencia de actividad no coincide en datos con la licencia apertura. Esto pasa mucho cuando se usan plantillas antiguas o mal adaptadas al negocio real. Imagina que en la licencia apertura indica un aforo y en la de actividad otro distinto. Eso provoca inspecciones, sanciones y hasta problemas con el seguro. Revisa bien ambos documentos y si detectas incoherencias, actualízalos con ayuda de un profesional. Si necesitas más información sobre este tema, consulta aquí sobre licencia apertura.


Costes ocultos: el presupuesto no incluía el precio proyecto tecnico para licencia de apertura

Una señal clara de mala redacción es cuando tu técnico no especifica los elementos incluidos en su memoria o proyecto, dejando costes fuera que aparecen luego como “extras”. Ejemplo: ventilación forzada, adaptación para accesibilidad o ignifugaciones obligatorias. Si al revisar tu proyecto no ves estos conceptos detallados, es probable que termines pagando más de lo previsto. Siempre exige que el presupuesto y proyecto indiquen claramente el precio proyecto tecnico para licencia de apertura y su alcance real, para evitar sorpresas al presentar en Urbanismo.


Descripciones vagas de la licencia de actividad

Si en tu licencia de actividad se describen tus servicios de manera genérica, tipo “comercio minorista”, sin especificar exactamente qué vendes o qué haces, te expones a multas por actividad no declarada. Por ejemplo, si en tu local vendes productos gourmet pero incluyes degustación, eso ya implica servicio de alimentación con requisitos específicos. La ambigüedad es peligrosa. Revisa que tu técnico detalle las actividades con palabras claras, para que la administración no tenga margen de interpretación. Aquí puedes ampliar sobre la correcta licencia de actividad que necesitas para tu caso.


Incumplimientos normativos por desconocimiento técnico

Otra señal de mala redacción es la ausencia de referencias normativas actualizadas. Muchos técnicos usan textos base que no han revisado con las últimas modificaciones de ordenanzas, códigos técnicos o normativa de accesibilidad. Esto genera proyectos rechazados, pérdidas de tiempo y dinero en subsanaciones. La solución es pedir siempre que te citen la normativa aplicada y su fecha de revisión, asegurándote que no trabajan con documentación desfasada. Esta revisión previa puede ahorrarte meses de espera y retrasos en la apertura de tu negocio.


La importancia de mencionar la clasificación urbanística

Si tu licencia no menciona la clasificación urbanística del local (comercial, terciario, industrial) y su uso compatible, puede ser anulada. Por ejemplo, un local en zona residencial no siempre permite actividades con alta carga de público o ruido. Si tu técnico no indica este punto clave en la memoria descriptiva, podrías perder la inversión. Solución: antes de contratar proyecto, solicita un estudio de viabilidad urbanística o consulta en Urbanismo para confirmar usos permitidos.


Cálculos incorrectos de superficie o aforo

Otra pista de que tu licencia de actividad está mal redactada es cuando ves incoherencias en los cálculos de superficie construida, útil y aforo máximo. Estos datos no son solo un número bonito: determinan extintores, evacuación, ventilación y accesibilidad. Si hay errores aquí, Urbanismo o Bomberos te harán subsanar, alargando el proceso de apertura. Para solucionarlo, pide siempre los planos en escala adecuada y revisa los cálculos con un técnico colegiado antes de presentar el proyecto.


No incluir medidas de protección contra incendios

Si tu actividad requiere extintores, detectores o sistemas de extinción automática y tu licencia de actividad no lo menciona, es un fallo grave. Por ejemplo, cocinas industriales, talleres mecánicos o comercios con almacenamiento de productos inflamables tienen requisitos de protección específicos. La omisión de estos sistemas puede derivar en denegación de la licencia o en sanciones graves si hay inspección. La solución es simple: antes de solicitar la licencia, pide un estudio de necesidades de protección contra incendios y confirma su inclusión en la memoria técnica.


Firmas o visados incorrectos

Un error común es presentar licencias sin el visado o firma digital de un técnico competente. Sin esto, la administración la considera no válida, aunque la memoria esté perfecta. Revisa siempre que tu arquitecto o ingeniero técnico haya incluido su sello y visado del colegio correspondiente, especialmente en proyectos de actividades clasificadas. Sin este requisito, tu expediente se paralizará, y la solución será tramitar el visado, con el consiguiente retraso.


la tranquilidad de revisar antes de firmar

Detectar estos fallos a tiempo te ahorrará dinero, nervios y posibles sanciones. Si ya tienes tu licencia presentada o aprobada, pide siempre una revisión profesional antes de iniciar actividad, especialmente si la redactaste con un técnico generalista sin experiencia en licencias. Y si aún estás en fase de contratación, exige a tu técnico la máxima claridad y actualización normativa. Recuerda que tu licencia de actividad no es un mero trámite: es el salvavidas legal de tu negocio.