Ignifugación y licencia de actividad: diferencias clave según el tipo de local

No es lo mismo un bar que una nave industrial

Cuando alguien decide abrir un negocio, sea un bar, una nave industrial o una sala de conciertos, hay un detalle que muchas veces se subestima: la protección contra incendios. Y dentro de este campo, la ignifugación y la licencia de actividad no son lo mismo, aunque estén estrechamente relacionadas. Este artículo explica en qué se diferencian, por qué depende tanto del tipo de local y cómo puedes evitarte problemas (y multas) entendiendo bien la normativa que se aplica a tu caso.

Hostelería: materiales que no ardan… ni por asomo

Los negocios de hostelería, como bares, restaurantes y cafeterías, están obligados a cumplir normativas muy estrictas en cuanto a seguridad contra incendios. El motivo es evidente: la presencia constante de fuego, calor y grasas en las cocinas. En estos casos, la ignifugación no es una opción, es una necesidad. Tanto el mobiliario como los revestimientos deben ser tratados con productos ignífugos certificados, especialmente en áreas como techos, cortinas o tapicerías. No es lo mismo abrir una cafetería sin cocina que un asador con horno de leña. La normativa es diferente y el proyecto técnico lo debe contemplar desde el minuto uno.

Industrial: cuando lo peligroso no está a la vista

En el caso de las naves industriales, los riesgos no suelen estar a la vista. Productos almacenados, procesos químicos, materiales inflamables… todo suma. Aquí, la ignifugación se convierte en una estrategia clave de prevención. Dependiendo del uso de la nave (almacenaje, producción, logística), se exigen tratamientos distintos. Por ejemplo, si se almacenan materiales textiles o productos químicos, se debe aplicar ignifugación certificada a estructuras metálicas, muros cortafuegos o compartimentaciones. Es en este contexto donde cobra relevancia el concepto de ignifugaciones: hablamos de intervenciones técnicas diseñadas para limitar la propagación del fuego y ganar tiempo vital en una evacuación.

Espectáculos: lo estético también debe ser seguro

En teatros, salas de conciertos o discotecas, el riesgo de incendio también es alto. Aquí el foco está en el público: mucha gente, poca visibilidad y materiales muy combustibles (escenarios, moquetas, cortinas). En estos espacios, además de cumplir con la ignifugación estructural, hay que tratar todos los elementos decorativos. Y no basta con hacerlo una vez: los certificados deben estar actualizados. De hecho, muchas instalaciones en ciudades como Sevilla recurren a empresas especializadas en ignifugaciones Sevilla para cumplir con los requisitos específicos de las normativas locales, que a veces son más exigentes que la estatal.

Licencia de actividad: la trastienda burocrática

La ignifugación es una acción técnica. La licencia de actividad es un trámite administrativo. Pero ambas están conectadas. Para conseguir la licencia, necesitas demostrar que el local cumple con la normativa de seguridad, incluyendo las medidas contra incendios. El proyecto técnico que se presenta ante el Ayuntamiento debe detallar los materiales usados, los sistemas de detección y extinción, y los tratamientos ignífugos realizados. Si abres sin licencia, te arriesgas a sanciones. Pero si tienes licencia y luego no mantienes los tratamientos ignífugos en regla, también puedes tener problemas legales y de seguros.

Diferencias técnicas según la actividad declarada

Cada tipo de local tiene sus códigos técnicos específicos. En hostelería se exige resistencia al fuego en sistemas de extracción y mobiliario. En naves industriales, se evalúa el comportamiento al fuego de estructuras y cerramientos. En locales de espectáculos, los criterios de evacuación y protección pasiva se multiplican. Todo esto se debe reflejar en el proyecto de ignifugación, que debe estar firmado por un técnico competente y respaldado por certificados válidos. Lo que vale para una panadería no sirve para una imprenta.

Casos reales: lo que pasa cuando se ignora la ignifugación

En 2023, una inspección sorpresa a un restaurante en Málaga reveló que el sistema de ventilación no tenía protección ignífuga. Resultado: cierre temporal y 8.000 euros de multa. En Sevilla, una discoteca fue sancionada por usar cortinas decorativas sin tratamiento ignífugo, a pesar de tener licencia. Y en Valencia, una nave industrial con actividad química fue clausurada por no aplicar ignifugación a los paneles de cubierta. Estos casos muestran cómo una mala interpretación de la normativa puede costarte caro.

Recomendaciones para cumplir sin morir en el intento

Lo primero es contratar un técnico que sepa leer el Código Técnico de la Edificación y el Reglamento de Seguridad contra Incendios. Segundo: nunca compres materiales sin certificados de comportamiento al fuego. Tercero: guarda siempre los documentos, porque te los pueden pedir en una inspección. Y por último: si tu local cambia de uso (por ejemplo, de almacén a restaurante), revisa todo. La ignifugación que hiciste puede que ya no sirva para el nuevo uso.

¿Y qué pasa con los locales antiguos?

Los locales antiguos deben adaptarse progresivamente a la normativa actual. No vale decir «esto ya estaba así cuando lo compré». En muchos casos, los ayuntamientos permiten una adaptación gradual, pero si haces reformas o cambias de actividad, tendrás que actualizar todo, incluyendo la ignifugación. También es importante revisar que no haya materiales prohibidos como poliuretanos o telas sin tratar. En estos casos, lo barato sale caro y puede poner en peligro tu negocio.

La importancia de los mantenimientos y reinspecciones

Una ignifugación no es para siempre. Los productos pierden efectividad con el tiempo, sobre todo si hay humedad o contacto con productos químicos. Por eso, es clave hacer reinspecciones periódicas. Algunas certificaciones tienen una validez de cinco años, otras menos. Si tienes un local de pública concurrencia, te conviene llevar un control documentado. Hay muchas empresas que ofrecen mantenimiento con garantías, y contar con ellas puede ser la diferencia entre una inspección favorable o una sanción.

Decide bien y evita líos

Ignifugación y licencia de actividad no son lo mismo, pero van de la mano. Si tu actividad es de riesgo, la normativa será más exigente, y saltártela no solo pone en peligro tu negocio, sino también a las personas. Invertir en seguridad no es un gasto, es una responsabilidad. Consulta siempre con expertos, exige certificados y guarda toda la documentación. Y si quieres seguir aprendiendo, te recomendamos leer nuestro artículo sobre campanas extractoras industriales económicas, clave para entender cómo se combinan seguridad e inversión inteligente en hostelería.