Inseguridad habitual al iniciar un negocio
Muchos emprendedores que están a punto de abrir un restaurante, una cocina industrial o un local con riesgo de incendio se hacen la misma pregunta: ¿puedo abrir mi negocio sin tener todavía instalado el sistema de extinción automática? La urgencia por inaugurar, los plazos ajustados de obra y las inspecciones pendientes hacen que este asunto se convierta en una preocupación frecuente. Y es que el tiempo es oro, pero saltarse pasos puede salir caro. Vamos a explicar en qué casos es posible hacerlo legalmente, y cuándo no conviene jugársela.
Apertura provisional: entre lo legal y lo práctico
En algunas comunidades autónomas de España, existe la figura de la apertura provisional o la declaración responsable. Esto permite iniciar la actividad sin tener todos los elementos instalados, siempre que el proyecto presentado ya contemple su inclusión. Es decir, si has contratado el sistema, está en fase de instalación o se puede justificar que estará operativo en breve, las autoridades pueden permitirte abrir mientras tanto. Pero ojo: esto no significa carta blanca. El local deberá cumplir con una serie de requisitos mínimos que garanticen la seguridad del personal y del público.
El sistema extinción automática campanas extractoras no es un lujo
En el caso de las cocinas profesionales, hay algo que no se puede pasar por alto: el sistema extinción automática campanas extractoras es uno de los elementos críticos para evitar incendios. Aunque puedas abrir provisionalmente sin él, las aseguradoras no cubrirán ningún siniestro si se demuestra que no estaba activo en el momento del incidente. Y aún peor: podrías enfrentarte a sanciones graves si ocurre un incendio y no contabas con el sistema. Por tanto, aunque la ley dé cierto margen, lo sensato es no arriesgarse.
¿Qué dice la normativa campanas extractoras cocinas industriales?
La normativa campanas extractoras cocinas industriales es clara: todo sistema de extracción de humos en una cocina que genere grasas o vapores inflamables debe contar con un sistema de detección y extinción automática. Esta exigencia no es un capricho burocrático, sino una medida que ha evitado incendios catastróficos. Desde el Código Técnico de la Edificación (CTE) hasta los reglamentos de instalaciones contra incendios, todas las normativas convergen en lo mismo: si hay riesgo, debe haber protección inmediata. Saltarse esto es como conducir sin frenos.
¿Y la licencia de actividad, qué exige?
Cuando se solicita una licencia de actividad, el proyecto técnico debe incluir todas las medidas de seguridad, incluyendo la protección contra incendios. En algunos casos, el Ayuntamiento permite presentar una declaración responsable que habilita el uso del local desde el primer momento, pero dicha declaración implica que todo lo declarado se cumple. Si se detecta que no es así, pueden cerrarte el negocio sin previo aviso. Por eso, aunque sea legal abrir provisionalmente, el sentido común y la protección jurídica recomiendan no hacerlo si el sistema aún no está activo.
Riesgos legales de abrir sin protección activa
Más allá del papeleo, están los tribunales. Si ocurre un accidente y se demuestra que el sistema no estaba instalado o funcionando, la responsabilidad cae directamente sobre el titular del negocio. Las penas pueden ir desde sanciones económicas hasta responsabilidades penales si hay daños personales. Además, los seguros se lavarán las manos. Aunque hayas contratado una póliza, las cláusulas de exclusión suelen dejar fuera cualquier siniestro relacionado con la falta de medidas obligatorias. En resumen: abrir sin el sistema te deja vendido.
Casos reales que sirven de advertencia
En 2022, un pequeño restaurante en Valencia sufrió un incendio que arrasó toda su cocina. El sistema de extinción estaba proyectado, pero no instalado. Habían abierto bajo declaración responsable, pero un cortocircuito en la freidora desató el desastre. El seguro no cubrió los daños y el propietario aún enfrenta un proceso judicial por negligencia. En Madrid, otro local tuvo que cerrar tras una inspección sorpresa al detectar que el sistema de extinción figuraba en plano pero no existía físicamente. Son situaciones que, con una mínima planificación, se podrían haber evitado.
¿Hay alternativas seguras para abrir a tiempo?
Si estás apurado por abrir, lo más sensato es coordinar con la empresa instaladora del sistema para que agilice el montaje. Muchas ofrecen instalaciones express o certificados provisionales que pueden presentarse al Ayuntamiento junto con la documentación del proyecto. Además, existen soluciones temporales como extintores automáticos portátiles o sistemas modulares que permiten cumplir con la normativa mientras se instala el sistema definitivo. Lo importante es no mentir en la documentación: declarar algo que no tienes es la receta perfecta para un cierre forzoso.
Recomendaciones para no arruinar tu proyecto
Primero: trabaja siempre con un técnico o ingeniero que sepa cómo redactar un proyecto realista. Segundo: si optas por la apertura con declaración responsable, asegúrate de que todo lo declarado se cumple de forma literal. Tercero: no firmes ninguna declaración si no puedes justificar su cumplimiento. Y cuarto: habla con tu instalador y con tu asesor legal antes de tomar decisiones precipitadas. El coste de una buena planificación es mucho menor que el de un incendio o una sanción.
¿Por qué el sistema de extinción no puede esperar?
Porque no estamos hablando de estética ni de detalles menores. El sistema de extinción automática es lo que separa una anécdota de una tragedia. Puede que hoy no pase nada, pero basta una chispa para que todo cambie. Por eso, aunque legalmente tengas un pequeño margen, el sentido común debe ir por delante. No se trata solo de cumplir con la normativa: se trata de proteger vidas, tu inversión y tu reputación.
abrir sin protección no es negocio
En resumen, sí, se puede abrir provisionalmente sin el sistema, pero solo si lo contempla tu normativa local y siempre con declaración responsable. Sin embargo, hacerlo es asumir un riesgo legal, económico y humano enorme. La mejor opción es instalar el sistema antes de abrir, o en su defecto, asegurarte de que estará operativo en pocos días y que puedas justificarlo documentalmente. Si no lo haces, ni el Ayuntamiento ni el seguro te van a defender. Es tu responsabilidad. Si tienes dudas, consulta a expertos y no pongas en juego tu futuro.